lunes, 1 de julio de 2013

Papeles de hace mucho tiempo que encuentras revueltos encima de tu mesa

"Y así fue como los lunes se convirtieron en proyectos de viernes...

Y yo aquí, sin estudiar, pensando en sus ojos, su boca, su forma de mirar, y entre las palabras lees su nombre, y te giras, y cierras los ojos para poderla besar. Y que son 5 días de sólo imaginar, en la playa, en la calle, en su cama, pensar en sus manías, sus tonterías, la manera en la que te hace sonrojar. Y así fue como sucedió, sin querer, viendo su silueta perderse entre las vías del tren, cogiendo su brazo y tirándote encima, mirar a sus ojos y sonreírle a sus labios por última vez. Y luego subes y te apoyas mirando la ventana, viendo los árboles correr, mirando hacia el cielo y pensando que otra vez se os ha vuelto a atardecer, mientras tocas tu mano pensando que quizás así toques su piel. Y tu inconsciente se va con su adiós, y tú escuchas música para olvidar el sonido de su voz, para olvidar que hace nada mirabais sentadas la playa las dos. Recordar su calor y su frío y el dulce sabor de su cuerpo y el mío, como si en los recuerdos pudieras sentir el calor de su abrigo. Pero sonríes porque esta vez quizás has ganado y no has perdido, como antes cuando en todas las partidas tenías que rendirte, o mover las fichas y apartarte y hundirte. Y notas que ya no recuerdas ni siquiera el dolor que sentías entonces, porque ella sin buscarte llegó y luego decidió quedarse, borrando las heridas que hicieron otros al marcharse. Y de repente te das cuenta de que nada te importa, y que encuentras en ella lo que no pudiste ver en otra, porque te mira y te comprende, y reconstruye otra vez la teoría de que a veces la vida vuelve y te sorprende."