Pues sí, odio pasar por tu calle.
Ahí es donde deberíamos compartir los mejores momentos de nuestra vida, ahí es donde te vería pasar los días más grises y los más felices, ahí es donde creceríamos e iríamos creando la historia más bonita del mundo poco a poco. Ese lugar ha sido especial desde el día en que supe que podría formar parte de nuestros paisajes y nuestra vida cuotidina, de nuestras peleas y nuestras reconciliaciones, de noches en vela y de días bajo una manta y una peli en el sofá. Es un lugar donde quiero ser feliz, donde no puedo dejar de tener la esperanza de que hay una posibilidad entre un millón de serlo, aunque en el fondo, me parezca imposible. Da igual plantearme si una vez allí, sería correcto o no dejar que ese lugar fuera mi segunda vida, porque no va a pasar. Pero me jode, me jode recorrer la misma acera que tú cada dia y no poder hacerlo a tu lado. Y aún me joderá más cuando ni siquiera la pises tú.
Porque también odio esa calle porque me recuerda que falta poco, menos de lo que imagino, para que pase a ser tan solo tu pasado, tu recuerdo, una parte de tu vida encerrada bajo llave en una habitación en la que ya nadie se encargará de pasarle el polvo. Polvo que va a acumular todas las risas, lágrimas y palabras que has llenado ahí dentro con pequeños momentos de la rutina de tu día a día. Que esa ya no será tu casa, ya no será tu hogar, y que una vez más, volveré a caer en picado al ver que estás más y más lejos cada día
No sabes la de veces que he pasado por eso. Y no quiero, no quiero que se repita de nuevo. No quiero volver a pasar por delante de tu casa y quedarme como una tonta observando la puerta sin decir nada. No quiero buscarte por las esquinas ni pensar que podemos cruzarnos en cualquier momento. Ni tu parada de metro, ni tu quiosco, ni tu panadería ni nada, no quiero que ninguno de esos sitios signifique nada para mí. Ni que tú signifiques para mi más de lo que debes hacerlo. Odio quererte. Y odio, a la vez, querer pasar todo el tiempo del mundo en esa calle... solo porque es tu calle.
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