domingo, 6 de noviembre de 2011

Lugares.

Hay lugares en los que he vivido tantas cosas que se me hace extremadamente duro volver a pasar por ahí sin las personas, la situación y el tiempo que lo hicieron especial. Es difícil pasar por delante de un sitio donde has vivido los momentos más felices de tu vida y que te crezca una profunda nostalgia que te recorra de arriba abajo en solo un segundo.
No me gusta pasear por lugares que creí que durarían para siempre y que ahora solo forman parte de mis recuerdos. Siempre me ha hecho daño tener que recorrer mis huellas y tragarme los suspiros de felicidad que exhalé un día en el mismo sitio por el que ahora paso con el corazón en la mano.

Es duro. Es duro pero poco a poco, tienes que intentar guardar la esencia de lo vivido y entender que lo que es importante es la magnitud del recuerdo, aquello inolvidable, y no el sitio en el que estabas. Vas dejando espacio para que muchos otros lugares ocupen tu corazón y aunque para ti aquel paisaje siempre tendrá un significado especial ligado a una fecha y a un momento determinado de tu vida, se trata de recoger ese momento y guardarlo en el corazón bajo llave. Solo de esta manera podrás volver a visitar todos esos sitios sin que te duela, sin que creas que haciéndolo se perderá la magia que lo envolvía. Solo así podrás empezar a vivir otras cosas que quizás lleguen a ser tan especiales, o incluso más, como un día lo fueron las otras.

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