jueves, 27 de octubre de 2011

.

Hay veces en la vida en las que te das cuenta de que todo quizás no es como te habías imaginado.
Hay 'para siempre' que acaban por no cumplirse, las personas que más necesitabas ahora son las que quedan en segundo plano, vas viendo que simplemente una distancia metafísica os separa y poco a poco, este muro entre sus ideas y las tuyas va haciéndose más grande.
Y cuando pienso en eso, solo me entran ganas de llorar por todo lo que hemos vivido. Porque has sido la persona más importante para mí y cada vez me cuesta más pensar en ti como eso. No puedo entender porque la vida ha separado tanto nuestras vidas, sin que nos demos cuenta, somos tan diferentes que ni siquiera podemos mantener una conversación de más de 3 horas sin acabar enfadándonos. ¿Que ha sido de nuestra conexión? ¿Que ha sido de nuestra historia?
Yo aún me acuerdo, disfrutando de todo sin preocuparnos, andando por todo esto como dos niñas pequeñas que ven el mundo por primera vez. Unidas por un vínculo invisible e inseparable, indiscutible. Algo que era capaz de traspasar cualquier cosa, cualquier fuerza sobrehumana.
Y ahora solo tengo ganas de llorar y de esconderme. Estoy en ese punto medio en que algo me dice que no acabaremos bien, que no hay ningun futuro, que no tenemos nada por lo que luchar, que no tenemos nada en común. Ya no.
Y tú ¿te acuerdas? No éramos así, no eras así. Quizás tampoco yo. Quizás eso era lo que nos unía y ahora simplemente no está. No hay vínculo. Sólo malas caras, sólo lágrimas. Yo, que pensé que a ti jamás te perdería, y ahora te sonrío y digo que no pasa nada, que estoy bien, mientras te veo delante mío y te siento a años luz de mi. Ya me es difícil decir que lo eres todo, porque todo lo que tenemos ahora son recuerdos. Recuerdos de un tiempo feliz, pero al fin y al cabo instantáneas de un tiempo que no volverá. O sí. O no sé.
Ahora mismo no sé nada, no sé que pasará, no sé que haremos ni sé si volveré a estar feliz como antes. Sin ti todo es más dificil, lo sé. Y va a serlo si no estás a mi lado. Pero ahora mismo, no sé si pesan más los buenos momentos que los malos. Quizás yo quería a mi hermana, mi niña, la cosa más bonita del mundo. Y ahora no lo es. O soy yo que no lo sé ver o...

Final. Final es una palabra que me duele. Por eso no voy a pronunciarla. Voy a cerrar los ojos, voy a secarme las lágrimas y voy a sonreír. Así nadie sabrá nada. Así yo misma creeré que todo está bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario